martes, 16 de abril de 2013

La implacable monotonía



La monotonía es un animal hambriento y peligroso. Muchas relaciones D/s se rompen por la voracidad insaciable de la monotonía, por la perdida de esas sensaciones especiales que se dan cuando se inicia el proceso de aprendizaje. A veces la monotonía llega solo a uno de los dos participantes y a veces son los dos los que se dejan llevar siempre por  la comodidad de hacer siempre lo mismo o por la falta de imaginación del Dominante. Todo aquello que antes tenía sentido empieza a ser algo que no ofrece más placer que el físico, porque la monotonía se alimenta de nuestra mente, de nuestra capacidad de hacer cosas nuevas y poco a poco esa luz que brillaba en nuestros pensamientos se va relajando.
Imaginad por un momento a una sumisa que recuerda únicamente sus últimos días o meses y que al acabar ese periodo de tiempo se levanta un día como una tabla rasa en la que todo empieza nuevamente de cero. Nuevamente vuelve a sentir esas sensaciones intensas de los primeros días, nuevamente el Amo disfruta del placer de enseñar.
No me malinterpretéis, no quiero decir con esto que fuese una situación ideal porque la repetición continua atrae a la monotonía y porque disfrutar de lo que ya se ha enseñado a una sumisa es algo sumamente placentero.
 No, lo que quiero expresar es que lo importante de esa imagen es su significado. La única forma de matar a la monotonía y no dejar que entre en nuestras vidas es conseguir que la sumisa se sienta cada día, por muchos años que pasen, como en los primeros en su aprendizaje. No dejar de pensar en como guiarla, como sorprenderla, como estirar nuevamente de la cuerda y tensar a la sumisa para que sienta y se sienta viva.
Sí, es agotador, pero sumamente placentero.

2 comentarios:

  1. Yo personalmente creo que el Amo es el encargado de no dejar aparecer esa odiada monotonía.
    No se debe tener miedo a la soledad y a la sumisa, en mi caso esclava, se la ha de tratar sin ninguna reticencia en su sentir. Por bien o por mal yo soy, y solo yo el responsable de mi esclava y por consiguiente quien debe crear su sonrisa dia a dia dentro de la dureza de su rol.
    La rectitud, severidad y honestidad me han ayudado mucho.
    Hace casi siete años iniciamos este camino y aparte los momentos clasicos, sigo siendo el Amo más deseoso de su niña.
    El respeto mútuo es una de las claves y quizas y resumiendo mucho hacertela tu esclava con las connotaciones que ello conlleva, esdecir, tomar la rienda total de sus derechos y administrarlos. Ahi se ve si hay futuro o debes buscar otra persona porque ésta carece de voluntad de entrega total...

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  2. Estimado Sir Reus
    No puedo estar más de acuerdo con tus palabras. La responsabilidad de mantener alejada a la monotonía es del Amo, puesto que es él el responsable de la educación de la sumisa. Y por eso mismo, cuando la monotonía llega es el Amo el responsable de no dejarla campar por sus fueros.
    Tienes toda la razón al decir que el respeto mutuo es básico en una relación, como lo es la confianza. Cuando la entrega de la sumisa es sincera tiene que verse acompañada de la tenacidad, la firmeza, la constancia por parte del Amo, que tiene que ser merecedor de dicha entrega.
    No es un camino facil, pero... ¿A quien le gusta un camino fácil?
    Un abrazo
    Manuel Salcedo

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